¿Qué es de la vida de Michael Schumacher a diez años del fatal accidente que sufrió?
ROMA (Andina) — Al cumplirse diez años este viernes del trágico accidente que sufrió mientras esquiaba en la localidad francesa de Meribel, miles de fanáticos se preguntan hoy sobre el estado de salud del alemán Michael Schumacher, séptuple campeón mundial de la Fórmula 1.
Muy poco es lo que se sabe sobre el expiloto, que cumplirá 55 años el 3 de enero, desde aquella fatídica jornada en la que sufrió graves daños cerebrales tras impactar contra una roca pese a que tenía un casco protector y que hizo temer incluso por su vida.
El cerco que tendieron su esposa Corinna y su familia para proteger su privacidad hace imposible saber cuál es la situación actual de Schumacher, salvo por algunos detalles que dan a conocer con cuentagotas los pocos amigos que forman parte del círculo más íntimo, como Jean Todt.
«Ya no es el mismo», afirmaba hace poco tiempo el ex presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que compartió con él momentos de gloria en Ferrari, al comentar escuetamente que vieron juntos por televisión algunos Grandes Premios de la temporada que consagró tricampeón mundial al neerlandés Max Verstappen.
Se sabe también que en la mansión que fue especialmente adaptada para sus necesidades en Gland, una localidad alejada y con apenas unos 13 000 habitantes a la que fue trasladado en 2014, lo asiste un equipo de especialistas médicos que lo acompañan en la terapia de rehabilitación, que incluyó un paseo a bordo de un Mercedes Amg para estimular su cerebro con sonidos «familiares», según reveló «Bild».
Schumacher llegó a Gland en septiembre de 2014 luego de una larga internación en Grenoble y tras un breve paso por una clínica de Lausanna a la que había sido trasladado en junio de aquel año, aunque el hermetismo que rodea su situación hizo imposible conocer más detalles sobre su recuperación.
Nada fue igual
Una pista la dio su hermano Ralf, expiloto también de la Fórmula 1, quien recientemente aseguró: «Gracias a Dios y a las modernas opciones médicas, se pudo hacer bastante después de aquel accidente, pero nada volvió a ser como antes«, reconoció.
«La vida a veces es injusta. Michael había tenido mucha suerte hasta que llegó aquel dramático accidente y el destino cambió las cosas en nuestra familia», destacó Ralf en diálogo con «Bild», al confesar que extraña a aquel Michael que conoció y recordar que cuando todo ocurrió, su sobrino Mick, quien siguió los pasos de su padre y de su tío y también compitió en la máxima categoría, «era apenas un niño».
«Cuando pienso en el Michael ahora, lamentablemente no tengo esperanzas de volver a verlo», comentó por su parte su exmánager, Willi Weber, al reconocer que «después de diez años, no hay noticias positivas».
Sí se conocieron algunos detalles sobre cómo fue la dinámica del accidente, pues según una investigación del periodista alemán Jens Gideon, que publica la emisora Ard, la situación de Schumacher podría haber sido distinta de no haber tardado tanto el operativo de rescate.
Gideon apeló a la ayuda de un instructor de esquí que trabajaba en la estación de Meribel y apuntó a alguna imperfección en el trazado de la pista, que presentaba rocas expuestas como aquella contra la cual Schumacher impactó con su cabeza, y a la falta de reflejos de los socorristas para comprender la gravedad de lo que sucedía.
El séptuple campeón mundial era trasladado en helicóptero rumbo a una clínica en Moutiers, pero ante la gravedad de su estado se alteró la ruta y lo condujeron al hospital de Grenoble, una pérdida de tiempo que pudo haber empeorado el cuadro clínico, según Gideon.
Un dato que aporta un detalle adicional a la tristeza generada por la situación de Schumacher, que transcurre sus días alejado del mundo en una localidad que parece hecha a la medida de la decisión de su esposa Corinna para preservar la intimidad de una familia cuyo destino cambió hace diez años en un abrir y cerrar de ojos.
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